viernes, 18 de septiembre de 2009

Caos

Él está entre nosotros, nos habla, nos escucha, nos plantea dudas y certezas, nos guía, nos disuade, nos confunde, nos siente, nos mira, nos enfría, nos calienta, nos cambia de color, de humor...

Hace que las tostadas caigan con la mermelada hacia el piso, que suene el teléfono cuando entrás en la ducha, que tu novio te traiga flores cuando te cornea, que el ramo sea más grande cuando lo hace con tu mejor amiga, que tu jefa te pida que hagas tareas extras, que el supermercado cierre cuando vas a comprar algo, que te quedes sin plata cuando tenés que salir, que en tu trabajo echen al único supervisor que vale la pena, que el 99.99999999% de los políticos sean corruptos, que todos los zapatos se te rompan a los dos meses de haberlos comprado, que en invierno tu mamá siempre te diga que salgas abrigado, que tu abuela te empiece a pedir que termines el plato de comida cuando hace 2 minutos que te lo sirvió, que tus hijos se encaprichen con ese muñequito de moda que cuesta una fortuna y apenas es articulado, que tengas ganas de besar a alguien que no te toca ni con un puntero láser, que te moleste la hambruna que hay en África, que quieras ver religiosamente Showmatch, que no te aguantes dos días seguidos sin hacer ring raje, que tengas ganas de ver una porno justo cuando están tus viejos, que tu mejor amiga te tenga 4 (cuatro) horas (seguidas) diarias en el teléfono para contarte lo lindo, bueno, apasionado, divertido, copado, cariñoso y dulce que es su novio, sólo para después poder justificar lo dolida que se siente por lo infiel, calculador, frío, insensible, cortamambo, celoso, posesivo y apático que se vuelve cuando ella le dice que le duele la cabeza...

Hace que todas mis ideas estén desordenadas y que haya vacío cuando intento crear algo, que no pueda terminar de identificar exactamente todos mis sentimientos cuando algunos de ellos son muy intensos, que tenga el impulso de hacer algo pero mi mente al seguir algún razonamiento lógico me indique otra cosa, que sucedan cosas cuando "no es el momento" (la que dice eso es mi mente en concordancia con alguna moral dominante, en realidad SIEMPRE ES MOMENTO...), que me bloquee en algunos ámbitos de mi vida, que me quiera encargar de cosas que no están bajo mi control... Y muchas cosas más...

Algunas veces es un refugio, otras el infierno; puede hundirnos o salvarnos, retenernos o empujarnos, enloquecernos o estancarnos...

Hay que ser y dejar ser, ser y dejar ser, ser y dejar ser... Es todo lo que importa... Soy y te dejo que seas, soy y te dejo que seas, soy y te dejo que seas... (dice mi Caos, deseoso...) Lo intento, lo intentaré... (dice mi mente temerosa, quiere dar el beneficio de la duda, tiene miedo de fracasar...)

Caos... Lleváme lejos de mi mente, lejos, lejos... Far, far away... No quiero escucharla todo el tiempo, que sólo sea una herramienta para nosotros dos, para vos Caos y para mí, que sea una herramienta que esté disponible cuando sea necesaria, pero que no quiera controlarme... Que no me controle... Que sea útil... Que no me reprima... Ayudáme a aprender a ser con vos, sin ella espiándolo todo, vos sos quien me da felicidad... No puedo controlar nada de lo que me das, esa falta de control me hace sentirme viva, quiero ser en vos y acostumbrarme a eso, no temer a esa falta de control, sorprenderme todos los días, que todo sea una creación espontánea, chispeante, alegre, que el orden que puede darme mi mente responda a mis mandatos, no a los ajenos que ya no me son útiles...

Quiero usar tu energía para crear alegría desde el desconcierto, para desestructurar patrones propios y de otros, para crear realidades nuevas que de otra forma serían inimaginables, para asombrar y deslumbrar, para que nadie crea que algo puede quedar estático en ningún sentido, para que todos sepan que todo es cambiante y camaleónico, para que todos te conozcan y sepan que en realidad, aunque se dejen dominar por sus mentes, lo único que están haciendo, lejos de mantener un control, es CREER que lo mantienen: en su pequeño mundo piensan que por tomar Redoxón y salir con paraguas están protegidos, pero no es así, en cualquier momento, por dar un ejemplito, puede venir una moto a toda velocidad, doblar la esquina rápidamente sin previo aviso y terminar con su diminuta y supercontrolada vida, por más que siempre vuelvan a casa antes de que oscurezca y miren a ambos lados antes de cruzar. Por eso quiero entrenarme para ser conciente de que todo es impredecible, para adaptarme y saber improvisar, no estar siempre en busca de botas para la lluvia y paraguas... De nada sirven... Las tormentas también tienen rayos que pueden partirte... Quiero relajarme, soltar y dejarme ser con vos, Caos... No quiero seguir teniendo la intención de querer controlar, es imposible y significa un gasto inútil de energías, quiero ser, sólo ser y dejar ser, sólo ser y dejar ser, sólo ser y dejar ser...

Gigi

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